Hay varios
términos relacionados con la vida en el extranjero: expatriado (y su forma
corta expat), migrante, emigrante y refugiado entre otros. Aunque en el fondo todos
se reducen a la salida del país de origen para asentarse en otro, cada término
tiene una connotación diferente.
La Organización
Internacional de Migraciones (OIM) define en su página web los términos claves de migración. Entre ellos
hay algunos mencionados anteriormente y otros más como apátrida, cooperación
técnica, desplazados internos, fuga de cerebros, ganancia de cerebros,
migración forzosa, remesa, repatriación y xenofobia, de los que hablaré más
adelante.
Emigración lo
define como el acto de salir de un Estado para asentarse en otro. “Las normas
internacionales de derechos humanos establecen el derecho de toda persona de
salir de cualquier país, incluido el suyo. Sólo en determinadas circunstancias,
el Estado puede imponer restricciones a este derecho”.
Migración es
el término genérico que describe el “movimiento de personas en el que se
observa la coacción, incluyendo la amenaza a la vida y su subsistencia, bien
sea por causas naturales o humanas”.
Refugiado es una persona perseguida por su raza,
religión, grupo social, afinidad política o nacionalidad que sale de su país y
que no pueda o no quiera regresar a su país de origen.
La OIM no
habla de expatriado específicamente. Fuentes consultadas lo definen como una
persona que vive temporal o permanente en otro país diferente del de origen.
Un profesional calificado que sale de su país con un contrato de
trabajo en el exterior se llama expat. Mientras que una persona que se traslada
a otro país –generalmente dejando en su lugar de origen a la familia- para
trabajar en un puesto poco calificado se llama migrante. Sin embargo, como no
hay una sola definición del término, una persona que es vista desde su país de
origen como expat puede ser percibida como inmigrante en el país anfitrión.
Por
ejemplo, en Nepal, hay muchos expats que trabajan sobre todo en embajadas,
ONGs, colegios, hoteles y en menor cantidad en empresas locales. Ellos vienen
generalmente de Europa y Norte América. Hay pocos de Latinoamérica, África y
otros países asiáticos exceptuando India, de lo que hay muchos.
Hay alrededor
de tres millones de nepalíes en el exterior, de ellos se calcula que el 95%
trabaja en los países del Golfo Pérsico desempeñando trabajos poco calificados
y aún menos remunerados. Sin embargo, pese a sus bajos salarios, las remesas
que envían representan alrededor de un cuarto del PIB en Nepal. Muchos trabajan
en construcción, celaduría, jardinería, son choferes y/o empleados domésticos,
entre otros. Ellos no se llaman expats, ellos se llaman migrantes y para ser
específicos migrantes manuales.
Según
Finaccord, la empresa de marketing, el número total de expatriados en el mundo
ascendió a 50.5 millones en 2013. Además que la población de expats comparada
con la de inmigrantes creció 21.2% en el 2009 comparado con 21.8% en 2013.
La empresa
continúa con el análisis y clasificó los expats en trabajadores individuales
(73.6%) seguidos de estudiantes (8.8%), expats pensionados (3.7%) y aquellos a
quienes sus empresas trasladaron (1%). Otros expats definidos en el estudio
como esposos desempleados y niños (12.8%).
El tema de
migraciones me apasiona y eso lo quiero reflejar en este blog también. La literatura
tocando temas de traslados, asentamientos y conflictos interiores es numerosa y
las historias llegan al corazón. Ese será otro tema a tratar…